EL CASCO DE ESQUÍ: CUAL TECNOLOGÍA PARA CUAL PRÁCTICA
Hoy en día, existen 4 construcciones diferentes de cascos de esquí. Aunque su objetivo común es proteger eficazmente de una mala caída, cada construcción le protege de forma diferente y tiene sus ventajas e inconvenientes.
La carcasa de ABS: es la construcción más tradicional. Se compone de una espuma protectora de EPS pegada a una carcasa clásica de ABS. La carcasa exterior de plástico proporciona resistencia a los impactos externos, mientras que la espuma EPS, que es deformable, está hecha para absorber y distribuir las ondas de choque.
→ Ventajas: Muy resistente a los impactos, no marca.
→ Desventajas: El peso
→ ¿Para quién?, asegurando un excelente envejecimiento, los cascos de esquí ABS son perfectos para niños, snowboarders, freeriders… En definitiva, todos los que quieran una excelente protección sin ser exigente con el peso
Construcción In-Mold: ¡ligereza ante todo! La carcasa in-mold se obtiene gracias a la fusión entre la carcasa exterior de plástico y la espuma EPS. Más frágil frente a los objetos que compiten, el casco In-Mold respeta perfectamente todas las normas de seguridad para los deportes de invierno.
→ Ventajas: muy ligero, compacto
→ Inconvenientes: marca rápidamente en caso de impacto
→ ¿Para quién? Gracias a su ligereza, los cascos In-Mold son especialmente apreciados por los esquiadores de travesía y de pista.
Construcción híbrida: carcasa de ABS en la parte superior y construcción In-Mold en la parte posterior. Los cascos de esquí híbridos son el compromiso perfecto que combina resistencia y ligereza.
→ Ventajas: Mejor relación peso/eficiencia.
→ Desventajas: Ninguna
→ ¿Para quién? Absolutamente todo el mundo y todas las prácticas que no sean de esquí de travesía, donde apostaremos sobre todo por la ligereza de las In-Mold
Más allá de la construcción y la seguridad, los cascos de esquí están llenos de trucos y características importantes que le ayudarán a hacer su elección: ventilación, ajuste, versatilidad, modularidad…